miércoles, 24 de febrero de 2010

Desde España con amor

            Durante la andadura de la vida, te encuentras a todo tipo de personas, las hay que pasan sin pena ni gloria, pero también hay otras que te marcan para bien o para mal. Yo soy de las personas que intentan sacar lo positivo de cada situación o de cada una de las personas que me he ido encontrando a lo largo de mi corta e inexperta vida.

            Hay personas que te aportan mucho en la mayoría de casos sin ser conscientes de ello, hay personas que te hacen saber que siempre están ahí y aunque las sientas muy muy lejos sabes que sólo tienes que "silvar" para que te alarguen la mano. Normalmente estas personas son personas que han crecido contigo, que se han formado en la escuela de la vida de manera similar y con las que has compartido momentos duros, que en definitiva son los que más unen y los que se quedan grabados a fuego en la retina.

            La persona de la que hoy me acuerdo es un luchador y por eso mismo llegará muy lejos en la vida, aunque espero egoístamente que lo haga estando más cerquita de mi y de casa. Con él he compartido muchos de los momentos más felices de mi vida, muchas de las aventuras que nunca olvidaré y muchas lágrimas cargadas de impotencia y de rabia que más amargamente he derramado. Nuestros caminos convergieron hace algo más de 12 años, cuando un grupo de jóvenes hormonales pasábamos las horas muertas juntos, aunque no tuviéramos nada qué hacer. Casualidades de la vida años después, compartimos país fuera de España y fue de largo la mejor experiencia de nuestras vidas y a la vez la que más nos unió, a partir de ahí son muchas las vueltas que hemos dado ambos y a la vez muchos los reencuentros y las conversaciones infinitas, pues él mismo se define como periodista, aunque es mucho más que eso, es un comunicador nato que con su perfecta oratoria hace que las conversaciones se alerguen sentados delante de un par de "Desperados"

            Hoy después de celebrar muchos aniversarios juntos, tengo que sumar uno más a la lista, pero él está a miles de kms, con un océano de por medio, aunque yo lo sigo sintiendo igual de cerca, espero de corazón que seas muy feliz, que la vida te trate como te merece y siempre te sonría y que te devuelva pronto a la tierra que te vio crecer que ya está bien de "caballitos de tequila, chiles, rancheras y cantinas con sabor a mariachi herido".

Feliz cumpleaños Manuel,


martes, 16 de febrero de 2010

Simplemente alguien

Alguien...que cuando me ponga borracha me lleve a casa en brazos, que me rompa las medias con la boca y luego me compre otras, que me haga el amor contra la pared y se meta conmigo en la bañera, que se pierda conmigo, que me defienda de víboras, alguien que disfrace a mis dias malos y los convierta en buenos, que no se enfade si no me entiende y que intente entenderme, que me saque la lengua cuando me ponga tonta y me haga callar, que no dé por hecho que siempre voy a estar pero que tampoco lo dude, que me haga sufrir porque sí, pero que no me venda mentiras, que se preocupe por mí, que confíe en mi, que le guste hacer siempre cosas nuevas y que se muera por verme aún cuando haga horas que ha estado conmigo. Alguien que no pueda caminar conmigo por la calle sin cogerme de la mano, que no me compre con regalos pero que tenga mil detalles de papel, que no le guste verme llorar y me haga reir hasta cuando no tenga ganas, que de vez en cuando decida perseguirme por ahí y conocerme otra vez, que me mire, lo mire y me tiemblen las piernas sin remedio....Alguien que esté loco por mi y no se le olvide decírmelo todos los dias, incluso los dias de resaca...que si se pone animal sea solo en la cama y me mate a besos por la mañana, que no se acostumbre a mi y que no deje de inventar nombres nuevos para despertarme, que si mira a otra luego me guiñe un ojo y se ría de mis celos sin sentido...y sobretodo, alguien que no tenga que perderme para darse cuenta de que me habia encontrado.

lunes, 15 de febrero de 2010

San 609...

Este finde ha sido un poco raro, entre el frío que era inhumano, la lluvía a la cual en Murcia no estamos acostumbrados y que era San Valentín y los corazoncitos y los planes para dos inundaban la ciudad, a mi me apetecía más que nunca pasarlo con mi pijama y abrazada a mi manta. Pero todo tiene un límite y ya el domingo pensé que no debía ser muy sano eso de estar tanto tiempo sin ver la luz del sol, así que me subí en los tacones y me fui en busca de algo de marcha con mi alma gemela.

Ni cortas ni perezosas llegamos a eso de las seis de la tarde al 609 y ¡sopresa! aquello estaba en plena apoteosis dominical, vamos lo que viene siendo lleno hasta los topes, entramos abriéndonos paso entre la multitud derechitas a la barra a pedir dos copazos de ron para ir entrando en el ambiente aunque muchos de los que allí habían nos sacaban ventaja de largo.

Estábamos nosotras con nuestras copas en mano observando el circo que suele ser habitual en este lugar: señores maduros con jovencitas, horteras de bolera con camisas que cortan la respiración, niñas pijas despendoladas, señoras que ya no cumplen los 50 y que se empeñan en embutirse en pantalones de cuero, cuando de repente ¡mierda! ¡la hermana del ex! ya no teníamos escapatoria... ¡hola! ¿Qué tal? bla bla bla y dos horas después prevío reportaje fotográfico del sobrino y demás explicaciones de la familia se larga con un maromo de camisa apretada y zapatos en punta...menos mal que el hombre hizo su buena acción del día con nosotras.

Tras esta liberación y en mitad de la gloria diviso al otro lado de la barra isla que divide el local al tio petardo que me estuvo acosando durante toda la EGB y parte de la ESO, ¡pero bueno! Anda que hoy estamos sembradas, por no hablar del hortera de bolera con el que mi ex casi se parte la cara porque parecía no entender muy bien el concepto de "tengo novio luego olvídame" y el cual no nos quita el ojo de encima...¡ay Dios! anda nena vamos a cambiar de sitio a ver si mejora la suerte.

Estábamos pegándonos unos bailes y criticando a los pavos que pasaban a nuestro alrededor, pa que nos vamos a engañar, cuando llegan dos pijillos de Zara pidiéndonos opinión en un tema que podríamos denominar como: "¿por qué los hombres beben whisky y las mujeres prefieren el ron?" pues hijo, quizás si tu cerebro no estuviera flotando en JB te darías cuenta de que esa teoría es tan absurda como el hecho de que no puedas articular palabra porque no toleras el whisky que tanto veneras, pero bueno, no vamos a ser bordes y los dejamos que nos coman la oreja un poco, total después de la ex-cuñada ya las tenemos acostumbadas...

El balance de la tarde no fue negativo ni mucho menos, nos reímos muchísimo y pensamos repetir seguro, a más tardar el próximo domingo, aunque de camino a casa ambas éramos conscientes de que nuestras cabezas a la mañana siguiente se resentirían, pero nada que no haya solucionado un buen espidifén. Es lo que tiene salir los domingos...

domingo, 7 de febrero de 2010

¿Felices para siempre?

Hace unos días quedé con una vieja amiga, de esas que ves de uvas a peras...y con la que realmente no tienes nada en común, pero te une el tiempo que la conoces.

La verdad es que cada vez que quedo con ella me doy cuenta de la suerte que tengo, las dos estudiamos juntas, supuestamente queríamos hacer cosas parecidas en la vida, pero yo me decidí por la universidad pública y ella por nota se fue a la privada. Terminó su diplomatura con mucho esfuerzo y después de intentar buscar trabajo unos meses se decidió por la opción más fácil que fue la de quedarse trabajando en la empresa de su padre aunque no tuviera nada que ver lo que había estudiado. Después pasaron los años y un buen día al llegar a casa después de trabajar me encontré una tarjeta de boda, ¡se casaba! La verdad es que me alegré mucho por ella, me alegré de corazón.

Ya me extrañó un poco que no quisiera tener despedida de soltera para evitar que su futuro tuviera excusa para irse a hacer lo mismo, el día de la boda cuando conocí al susodicho no me dio muy buena impresión, pero no quise juzgarlo antes de conocerlo un poco más. Lo cierto y verdad es que después de casada creo que he ido a visitarla a su casa tres veces y siempre he intentado que él no estuviera porque no me siento cómoda, parece que la amiga soltera de su mujer no le hace gracia.

Mi intuición no fallaba, cada vez está más triste y apagada, me resulta increíble como una mujer con cultura, con una buena educación, que conoce a mucha gente y que ha vivido fuera de España puede caer en las redes del machismo más profundo y seguir alimentando ese círculo día a día.

Dejó el trabajo por la maternidad, se pasa 24 horas al día pendiente de su hijo y ejerciendo de "perfecta" ama de casa, no tiene derecho ni a salir a tomar un café o una copa un sabado por la noche con o sin su marido, ella misma me decía que su única vía de escape será volver a trabajar para poder salir de casa y tener vida social. Aunque tampoco reconocía estar inmersa en esa espiral supongo que por el que dirán y porque esa opción es mucho más fácil que estar soltera y tener que ir con el cartelito de SOY SOLTERA a todos lados, aunque sinceramente no me cambio por ninguna de estas "casadas infelices".

martes, 2 de febrero de 2010

La casa de mi abuela

      La casa de mi abuela no es grande ni lujosa, más bien es pequeña y vieja, pero es donde yo he pasado los momentos más felices de mi vida. La casa de mi abuela la construyeron manos pescadoras sobre los pilares del amor, el cariño y la humildad. En casa de mi abuela todo el mundo es bienvenido porque así era ella. La casa de mi abuela tiene un patio grande donde habían pollos de colores, flores  para hacer pócimas mágicas y frigoríficos donde se podían hornear los mejores pasteles de barro del mundo hasta que explotaban. En casa de mi abuela hay un porche donde hay calcomanías en las paredes de todos los dibujos animados de varias generaciones y en ese mismo porche hemos inaugurado supermercados o representado obras de teatro con la ropa de los cofres. En casa de mi abuela hay una mesa larguíiiisima que siempre está dispuesta para acogernos porque en casa de mi abuela la comida sabe distinta. En casa de mi abuela hemos jugado a contar las historias de miedo más terroríficas que nadie pueda imaginar. En casa de mi abuela había un gato que se llamaba Colorines. En casa de mi abuela la leche era de vaca y la traía el lechero a media tarde. En casa de mi abuela Manolo tenía a la Luna atada con un cordel y cada noche me decía donde la pondría la noche siguiente. En casa de mi abuela las sábanas huelen a jabon casero. En casa de mi abuela los niños nunca van suficientemente abrigados ni comen lo suficiente. La casa de mi abuela fue mi primer "resort vacacional" y catorce años después fue el de mis amigas también. En casa de mi abuela no se aburre nadie y si te aburres puedes jugar a ver quién aguanta más descalzo en el suelo de cemento al sol. En casa de mi abuela huele a mar. En casa de mi abuela los domingos se come arroz. En casa de mi abuela los años no pasan y todos seguimos siendo niños. La casa de mi abuela sigue siendo la casa de mi abuela aunque ella ya no esté.