lunes, 5 de julio de 2010

Short Message Service

Algo les pasa a los hombres con los sms y los mails porque no los contestan nunca correctamente. O no los contestan o lo hacen al día siguiente o incluso varios días después. Se trata de una comunicación unidireccional, es decir, como si hablásemos solas o estuviéramos locas. Con lo cual el sms resulta una manera bastante mala de comunicarse con un hombre, sobre todo para unas prisas. Es casi más rápido entrenar a una paloma mensajera.

Tú por ejemplo le dices a alguien pongo por caso ¿Quieres venir mañana a un concierto conmigo, que toca Fulana? Y el hombre en cuestión te contesta 3 días más tarde: “oye, k sí, que voy, qué donde quedamos” y tú le tienes que decir, también por sms: no es k era hace 2 días, no hoy x dios¿es k no lees los mensajes? Si, los leo pero n ls contesto, es k no tengo tiempo…y así todo.

O por ejemplo te vas de viaje y le mandas un sms a tu marido en plan: “Ya llegué” y no te contesta, que es como si te dijera: “Y a mi qué coño me importa”.

Lo normal es que una mujer tarde aproximadamente 30 segundos en contestar un sms (10 si viene de un hombre que le gusta) con lo cual es realmente angustiosa la espera esta a la que nos obligan los tíos cada vez que mandamos uno. Y estas son algunas de las cosas que pensamos mientras esperamos:

-Estará trabajando y no lo ha visto (al minuto)

-Se habrá dejado el móvil en casa (a los cinco minutos)

-No lo he enviado bien. Se lo vuelvo a mandar (a los diez minutos)

-Está durmiendo la siesta (a los quince minutos)

-Se le ha caído el móvil a un cubo de agua (a los 17 minutos)

-Está pensando muy bien lo que me va a responder por eso tarda tanto (a los 20 minutos)

-No le importo un carajo (a las 4 horas)

-No me quiere (a las 12 horas)

-Me cago en .... Es un cabrón (eso al día siguiente)

-Igual es que ha tenido un accidente, le habrá atropellado un camión y está en el hospital (a los dos días)

-Ha debido morir (a los tres días)

-Todos los tíos son iguales (a los tres días y medio)

Pero generalmente, las mujeres impacientes no esperan tanto. Lo normal es que a la hora u hora y media del mensaje sin respuesta vuelvan a mandar otro sms, que con mala suerte, también quedará sin contestación, y que ellos leerán ochenta horas más tarde todos juntos y acabarán pensando que estamos locas o que somos unas histéricas.

Primer mensaje:

Hola, guapo!! Como estás? Te apetece que quedemos esta semana? Un besito. Tengo ganas de verte.

Segundo mensaje

Recibiste mi sms de ayer o es k pasas d mi??? Eoooo hay alguien x ahí?

Tercer mensaje

Oye, en serio ¿te ha pasado algo? Me estoy poniendo súper histérica pensando que te ha pasado algo..Me voy a tomar una pastilla. Llámame urgentemente.

Cuarto mensaje

Eoooooo? ¿Por qué no me constestas? No quiero ser pesada pero…por lo menos podías contestar. Creí que te gustaba y ya veo que no. Los tíos sois la leche.

Mensaje del tío

Einn? No me pasa nada..No vi los mensajes hasta hoy. Dejé el móvil en casa de mi madre..Hablamos..(hablamos= no te pienso llamar en la vida, loca, que eres una loca)


Y luego está la manía esa de contestar Ok a todo. ¿Nos vemos luego? OK ¿en tu casa o en la mía? OK ¿me quieres? OK ¿te importa que me acueste con otro? OK ¿Me ato una piedra al cuello y me tiro al mar? OK…
Pero sin embargo cuando les mandas uno mensaje tipo: ¿Qué quieres que compre, cerveza o vino? Esos mensajes sí los contestan, así que no entiendo nada.

¿Y qué me decís del momento de abalanzarnos al móvil cuando se oye el vip vip de mensaje recibido? y resulta que en vez de SU mensaje, es tu madre, que te dice no se qué chorrada (y vas y la tratas fatal a la pobre, que ni pincha ni corta) o aún peor, un sms tipo “MoviStar le informa que las llamadas a Europa son a 30 céntimos” Y entonces es cuando tú vas y estrellas el teléfono contra la pared. ¿Y cuando estás en un sitio con gente y ruidoso y no oyes en VIP VIP? entonces estás todo el día sacando el móvil del bolso a ver si sale el sobre del infierno.

Y siguiendo con este tema de los sms ¿quién no se ha arrepentido de mandar un sms en el momento que está viendo el iconito de “mensaje enviado”, y quieres pararlo y no enviarlo porque te has arrepentido pero no sabes cómo demonios hacerlo, porque eso ya está por las ondas telefónicas o lo que sea, camino del destinatario y miras con horror tu carpeta de “enviados” y ves que en efecto, ese mensaje horrible ha sido enviado y eso ya no hay quien lo pare.

O lo que yo llamo el “momento borrador” es decir, cuando escribes un mensaje para alguien pero lo dejas en borrador; lo lees quinientas veces, lo editas, lo cambias y finalmente, cuando estás hasta los ovarios de todo esto, lo que haces es borrarlo y volver a escribir cualquier sandez que mandas sin pensar, con lo cual todo el esfuerzo intelectual de antes se queda en un mensaje patético sin pies ni cabeza.